Tras las medidas anunciadas por el presidente Lenin Moreno, se manifestó la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), con muchas dudas sobre la aplicación, consistencia y eficiencia de las mismas. Mantienen que el país atraviesa una crisis económica sin precedentes que ha significado la pérdida de ingresos y miles de empleos.
Antes de las nuevas restricciones, se estimaba una caída de USD 1.500 millones en las ventas del sector privado, en comparación a diciembre 2019. Ahora, esa caída se incrementará a USD 2.000 millones, es decir, un impacto adicional de $500 millones, que se concentrará sobre todo en los sectores hotelería y turismo.
Mediante un comunicado, la CCQ asegura que los estudios y experiencia internacional han demostrado que la aplicación de restricciones sólo presiona los sistemas de transporte público y genera aglomeraciones innecesarias, además de la afectación a la planificación y logística de las empresas y sus trabajadores.
“Como Cámara de Comercio de Quito hemos visto el efecto negativo y el alto costo que ha tenido para la ciudad los cierres de locales, la informalidad campante y los sistemas públicos repletos, por lo cual, solicitamos a las autoridades replantear las medidas adoptadas con el fin de no generar más confusión y así evitar la discrecionalidad en su control”, dice el gremio.
De manera puntual, el principal pedido es que se desista de la aplicación de la restricción vehicular y el toque de queda, sobre todo se valorare su viabilidad para el 24 y 31 de diciembre.